Al inicio de la elaboración del mapa de Muniellos-Fuentes del Narcea, prácticamente no había información escrita sobre itinerarios a pie por la zona, limitándose a los Senderos de Pequeño Recorrido y alguna que otra ruta clásica de alta montaña. Posteriormente, se publicó la titánica obra de Raimundo González Cuenco, Montañas de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias, que recopila numerosísimas rutas y describe infinidad de montañas. Aún así, otras zonas permanecen en el olvido o, por lo menos, nadie las menciona en publicación conocida.

   Para el caminante y el alpinista, la mitad de la satisfacción al final de una jornada de montaña proviene de los paisajes que ha saboreado, las panorámicas que ha alcanzado a ver, del ejercitar el cuerpo y del regreso a la naturaleza, en la que habíamos vivido durante miles de años y a la que nuestro instinto más visceral nos pide volver, por mucho que lo hayamos podido amordazar con nuestra anti-natural vida urbana.

   La otra mitad de esa satisfacción la conseguimos al saciar nuestro espíritu de aventura, con la superación del reto y al vencer las dificultades que hayan podido surgir en la empresa. Para el montañero es encontrar el camino, perderlo, volverlo a encontrar, orientarse en la niebla o en el tupido bosque, y al final, llegar a la cumbre; para el escalador y el alpinista, es meterse en la pared y perder la perspectiva y la orientación, notar que los brazos no resisten más, ver el vacío bajo los pies, los seguros precarios y alejados, estar a merced de los riesgos objetivos de la alta montaña y, pese a todo, lograr salir por arriba.

   Mientras preparábamos este mapa, en numerosas ocasiones hemos partido hacia lo ignoto, teniendo como sola referencia un mapa huérfano de caminos y senderos, pero con la convicción de que algo íbamos a encontrar, por escondido que estuviera. Encontrar, por pura cabezonería, ese sendero desconocido para los no locales, que nos lleva desde el fondo del valle hasta lo alto de una montaña, descubrir hermosos bosques y saborear la absoluta soledad de sus parajes, es algo que realmente merece la pena vivir.

Cornón de Busmor (Alcornón de Busmori) desde la Braña de Anllares

   Pero aquí no vamos a ofrecer un listado de todas esas rutas alternativas, porque sería matar por completo la aventura. Hoy en día, en la era del GPS, donde perderse es ya poco menos que imposible, donde el conocimiento del funcionamiento de la brújula y una buena interpretación del mapa ya han dejado de tener la importancia que tuvieron, no vamos a ser nosotros los que aniquilemos la aventura de la exploración.

  En el mapa aparecen muchos de estos senderos -faltarán otros muchos, sin duda-, para el visitante que regrese de nuevo y quiera conocer nuevos horizontes fuera de las rutas balizadas. El mapa ofrece numerosas pistas. Sólo queda echar a andar.

Puente de Trabaces (Allande)